¿Quién no la conoce? Todos la han sentido nombrar, el mundo entero la conoce, no por nada es la ciudad más hermosa y famosa del mundo, la ciudad de los enamorados.Efectivamente, hay muchas “Venecias” en el mundo. Existe la “Venecia del Norte”, la del Sur, la …, y además están las imitaciones de Venecia en Las Vegas o en Macao en China. Pero Venecia, la verdadera, afortunadamente, hay una sola: ¡la nuestra!

Es verdad que todos al menos han escuchado nombrar a Venecia, pero también es verdad que sólo pocos han tenido la suerte de disfrutarla plenamente en su infinita belleza y magnitud.

Venecia es una ciudad mágica, extraordinaria, encantadora, sensible, con dimensión humana, donde el tiempo pasa lentamente, sin prisa, donde el estrés no es un modo de vida, en una palabra es una ciudad única donde el arte y la naturaleza se funden en perfecta armonía, capturando la atención del visitante, incluso de aquel más distraído, introduciéndolo como por encanto en el más grande y espléndido museo natural del mundo.

Y además en Venecia nadie se siente extranjero. El visitante se siente como en casa, en su mundo, se da cuenta, casi inconscientemente, que el mundo que lo rodea le pertenece, porque la ciudad no es de los venecianos, ni tampoco de los italianos, ¡pertenece a toda la humanidad!

Y quién no recuerda cómo los venecianos, en tiempos de la República, llamaban (y aún llaman) a las personas que, por motivos de trabajo, por estudio o por placer, visitaban Venecia, procedentes de otros países y de otros continentes: no eran llamados extranjeros, sino simplemente forasteros, personas que llegaban de afuera y como amigos, conocidos, eran considerados personas importantes.

Venecia tiene este extraordinario poder de volver luminoso lo que está apagado, cercano lo que es lejano, suave lo que es rígido, simple lo que es difícil; aquí todo es fácil, basta un soplo, un batir de alas, un murmullo de agua y, como por encanto, encontramos la solución a nuestros problemas, ¡en particular a los del corazón!

Pensemos por un instante, dejándonos llevar por nuestra imaginación, que estamos aquí en Venecia, en la única ciudad del mundo sin autos, sin ruido, sin smog, y que nos perdemos en una de sus calles (callejas), en uno de sus plazoletas, y dejémonos llevar por el sol, el viento, el agua, la afluencia de personas que cada día la visitan procedentes de todos los rincones del mundo. Es una experiencia única, impagable, inigualable, para realizar al menos una vez en la vida. ¿Y por qué sólo una vez?
Esto no es perderse, es reencontrarse, recuperar la armonía y el equilibrio con uno mismo y con los demás, con el ambiente que nos rodea, en la magia de una ciudad única en el mundo.

Y entonces, ¿por qué no pasar al menos una semana al año en la magia de las magias, en Venecia?

RECUERDA ADEMÁS

A VENECIA se puede llegar fácilmente con cualquier medio, automóvil, autobús, tren, barco y avión.

En VENECIA se puede pasar un día inolvidable en lancha (transporte público) visitando algunas de las más famosas islas de la laguna, como MURANO (famosa por sus cristales), BURANO (conocida por sus encajes), LE VIGNOLE (conocidas por sus restaurantes de pescado) o TORCELLO (célebre por sus iglesias y por sus monumentos).

En VENECIA se puede pasar un día relajante y divertido en el mar, en la espléndida playa de Lido di Venezia (famosa por albergar al más antiguo FESTIVAL DE CINE del mundo, que se lleva a cabo a comienzos del mes de septiembre).

Desde Venecia, utilizando incluso el transporte público, se puede llegar a la fabulosa ciudad de CORTINA y ascender hasta más de 3.000 metros sobre el nivel del mar para poder admirar los DOLOMITAS, consideradas como las montañas más bellas del mundo (recientemente declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO).

Desde VENECIA, utilizando también el transporte público, se puede visitar la ciudad de VERONA, amada por SHAKESPEARE y famosa por ROMEO Y JULIETA (cada año un millón de personas se asoman al balcón de su casa).

Desde VENECIA, utilizando también el transporte público, se puede visitar la ciudad de PADUA para visitar la famosa Basílica de SAN ANTONIO.

Hoy, debido a la crisis, en general los precios han disminuido, pero ciertos indicios de recuperación hacen que los precios estén aumentando nuevamente, aunque por el momento lo hacen de manera muy limitada.

Por lo tanto comprar hoy una multipropiedad en Venecia, además de brindar la oportunidad de poder vivir una semana en una de las ciudades más hermosas del mundo, significa realizar una inversión que con el transcurso del tiempo seguramente será revalorizada (¡y no poco!).

Los precios de los apartamentos en Mestre-Venecia son notablemente inferiores a los de Venecia centro histórico, y por lo tanto la inversión seguramente es inferior.

Mestre-Venecia está sufriendo una notable transformación en términos cuantitativos y cualitativos, especialmente desde que comenzó la construcción del nuevo metro de superficie, que en el transcurso de un par de años llevará a los pasajeros desde Mestre a Venecia-Centro Histórico en sólo diez minutos, con una frecuencia igual a la de cualquier metro.

Esta posibilidad, considerando además que los precios en Venecia Centro Histórico serán cada vez más inaccesibles, significa que incluso adquirir una Multipropiedad en Mestre es sin dudas una excelente inversión.

PORQUE por estatuto nuestra sociedad no puede vender más de 30 semanas (sobre 52) y, por ende, en el futuro seremos coinquilinos y, para impedir que nuestra propiedad se desvalorice, cuidaremos su interés.

PORQUE le garantizamos que si al cuarto año desea vender su propiedad, le aseguramos la compra de su cuota pagando el precio de compra, deduciendo sólo el alquiler de los periodos en los que se hizo uso de la misma.

PORQUE los gastos de condominio serán comunicados en el momento de la compra pero, en cualquier caso, nunca superarán los 250,00 – 300,00 euros.